Las tres reglas

La opinión del resto es importante, pero no siempre es fundamental en la vida de las personas, muchas veces esas opiniones no son para ayudar, superar o corregir un error, sino que al contrario hacen retroceder, haciendo que la persona se sienta poco querida, inferior a lo que es. Hay mucha gente que vive de los rumores o de los chismes, se preocupan más por saber que está pasando con el otro o que están diciendo de mí, llegando al punto de que más te importa la opinión de ellos que la tuya. En muchas ocasiones se le prestas tanta atención a eso rumores que terminan perjudicándote.

Un joven llega a su casa muy alterado por lo que había escuchado en la ciudad, corre hacia su abuelo y le dice: Un amigo tuyo estuvo hablando muy mal de ti…..

Un momento le dice el abuelo, antes de que me digas algo ¿hiciste pasar por las tres reglas lo que vas a contarme? El joven desentendido le dice: ¿Las tres reglas? ¿Qué es eso?

A lo que el abuelo le responde sí, la primera es la verdad. ¿Estás seguro de lo que quieres decirme es totalmente cierto? Bueno no en lo absoluto, responde el joven, lo oí comentar a unos vecinos.

Pero al menos lo habrás hecho pasar por la segunda regla, que es la bondad, dice el abuelo. Eso que quieres decirme ¿es bueno para alguien? A lo que el joven responde: No en realidad no. Si no todo lo contrario.

Y supongo que tampoco lo habrás hecho pasar por la última regla la cual es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? A decir verdad no responde el joven un poco avergonzado. Entonces dijo el abuelo si no verdad, ni bueno, ni necesario, olvidémoslo y dejémoslo en el olvido.

*Todos pueden decirte muchas cosas, pero solo nosotros somos los que decidimos si lo tomamos en cuenta o lo dejamos al olvido. No nos dejemos invadir con malos comentarios que solo buscan dañarnos, no seamos como el joven de esa historia, que se dejó llevar por las cosas que dicen terceros y mucho menos debemos prestarle importancia,debido a que eso no nos traerá nada bueno. Todos nosotros tenemos que ser como el anciano de la historia, tapar nuestros oídos a todos esos rumores, yno permitir que eso dañe nuestra integridad, ni el sentimiento de respeto por nosotros mismos. Valorémonos y dejemos todo esas malas cosas atrás.