Devuélvemela

Observa a tu alrededor. ¿Estas contento con lo que Dios te está ofreciendo? Algunos pueden decir sí, otros pueden simplemente decir que no… no estoy contento en donde vivo, no estoy contento con mi trabajo, no estoy contento con el tipo de vida que llevo, y quizás otros digan no estoy contento con la persona que tengo por pareja.
Pues esto ocurre porque quizás aún no valoras todo lo que tienes, imagínate un minuto que sería de ti sin aquella persona que te apoya en todo, que te da su amor incondicionalmente, aquella que siempre está a tu lado; quizás puedes renegar de esa persona en algunas ocasiones, pero realmente ¿te gustaría vivir sin esa persona?

Al inicio de los inicios, se cuenta que cuando Dios decide crear a la mujer, se da cuenta que había agotado todos los materiales en el hombre y no tenía más que disponer. Ante este gran dilema y después de una gran meditación hizo lo siguiente…

Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, el movimiento de las hojas, el esbeltez de las palmeras, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del siervo, la alegría del rayo del sol y las gotas del llanto de las nubes, la fidelidad del perro, la timidez de la tortuga y la vanidad del pavo real, la suavidad de las plumas del cisne, y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma, y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.

Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre como esposa. Al trascurso de una semana vino el hombre y le dijo:

Señor la criatura que me diste me ha desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla intensamente, llora sin motivo, se divierte en hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque NO PUEDO VIVIR MÁS CON ELLA.

Bien, contesto Dios y tomo a la mujer. Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo: Señor, me encuentro muy solo desde que te la devolví a la criatura que hiciste para mí. Ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura, y esa mirada que era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al tacto. Devuélvemela porque NO PUEDO VIVIR SIN ELLA.

*Todos en alguna ocasión hemos pasado por este tipo de circunstancias, no nos damos cuenta de que tenemos algo maravillosoal frente de nuestros ojos y esperamos a perderlo para valorarlo, recién en esos momentos nos damos cuenta el gran valor que tiene para nosotros. No dejemos que las cosas más importantes para nosotros se nos escapen de la mano. Valoremos lo que tenemos cuando lo tenemos, no cuando todo está perdido y ya no hay marcha atrás.

Dile a todo aquel que amas, lo importante y valiosa que es para ti, no esperes perder a esa persona para valorarla. No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor que tiene esa persona.